La simplicidad de Alfred Gómez Jr.

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“Difícil hablar de uno mismo. Soy un cantautor; pienso como músico de jazz, rítmicamente soy un músico latino por el fraseo, y a la hora de componer soy un trovador”. Así, Alfred Gómez Jr supera la prueba de definirse musicalmente, con términos sencillos y complejos a la vez como jazz y trovador.

Nacido en Caracas, actualmente vive en Lechería, estado Anzoátegui, lugar donde se dedica de lleno a componer y a hacer música sin parar. Cantante, compositor, pianista, arreglista y productor, Gómez Jr. ha trabajado con artistas de diversas tendencias musicales como las bandas de rock Tomates Fritos y Buenaparte, la cantante de pop-folk Vel France, el percusionista Gerardo Rosales, el cantautor cubano-español Julio Fowler, el músico y productor estadounidense Christ Holder, el percusionsita ecuatoriano Gino Castillo y más artistas. Su versatilidad sonora no sólo se observa en sus múltiples colaboraciones, sino en sus dos discos, el primero con inclinación hacia la música afrocaribeña, “La reina peinándose” (2008), y su más reciente trabajo, “Simple” (2012), con influencias del folk, soul, R&B, jazz y pop latino.

Sobre tus comienzos formales en la música, en tu página oficial dice que estudiaste en el Conservatorio Vicente Emilio y en Miami Dade Community College de Florida, Estados Unidos.

Correcto. Tuve la fortuna de conocer a Gonzalo Micó -guitarrista venezolano de jazz-, que estaba dando una cátedra de jazz en el Conservatorio. Fue maravilloso y mágico porque esa música siempre me inspiró y Gonzalo fue la persona que me dio los rudimentos para tocar ese tipo de música y desarrollarme como músico. Y Lloyd Wellington -músico de jazz de origen guatemalteco- me dio clases de forma libre, sin academicismo, él tenía un trío de jazz.

¿Cuáles son tus principales referencias e influencias musicales y por qué esos músicos?

El primer pianista que a mí me produjo una impresión fuerte fue Thelonious Monk, y aunque no toco nada de los músicos que a mí me gustan, pues no tengo la técnica de un Bill Evans, ni ninguno de ellos, lo que sí trato de buscar siempre es la atmósfera emocional que me produce esa música, y eso transportarlo en lo que hago, en una música sencilla en su proceso. Eso es para mí lo que debe producir el arte, se debe juzgar por su efecto y no por su forma. Y es ahí adonde voy con mi música. Para mí Thelonious Monk, Miles Davis, Eddie Palmieri, Héctor Lavoe y Jimi Hendrix son lo mismo. Son artistas de efecto y no de forma.

Cree en la sinceridad del músico

alfred6-noesfm“Yo voy a la emoción que transmite la obra. La música no se debe medir por los géneros, porque hay música mala y música buena de todos los géneros. Cuando escucho a Simón Díaz me causa un efecto, sin importarme si es tonada o lo que sea, me importa más el efecto que esa música produce”, es la visión de Alfred Gómez jr. ante un tema con tantas aristas en las opiniones de los músicos y en el terreno de las ciencias sociales como es la parte emocional y subjetiva de la música y en arte en general.

¿Qué piensas del reggaetón?

He tratado de abrirme más a la música y su sensación. Hay músicos increíbles, muy virtuosos, pero que no me transmiten nada. No tengo problema con el reggaetón. Es un ritmo como la salsa, el hip hop y los demás. El problema está en algunos artistas que no saben trabajarlo, en ciertas letras.

Esa música genera rechazo en algunos y efecto en otros.

En estos días pensaba en la salsa de los 70, que en ese momento logró conectarse con los barrios. El jazz también llegó a un gran público, Duke Ellington llenaba salas. El reggaetón debe estar reflejando algo social. ¿Por qué la gente se siente identificada con esa música? Hay que estudiarlo incluso hasta sociológicamente. No podemos aferrarnos a pensar que ellos -los seguidores del ritmo señalado- están locos. Igual pasa con el vallenato. Ninguno de esos estilos son enemigos de mi música.
Ahora uno no puede pretender gustarle a todos los públicos. Yo simplemente estoy planteando una música. Confío en la sinceridad de la propuesta del músico, más que en la estructura.

De lo caribeño al soul pop

Otro aspecto que resalta en la carrera del cantautor caraqueño es que su tema “Buscando olvidar”, de su primer disco, fue parte de la banda sonora de la película hollywoodense “Simplemente no te quiere”, dirigida por Ken Kwapis y producida por Drew Barrymore. Para Gómez Jr, esta participación musical le dio proyección en los medios de comunicación, aunque considera que no es el mayor impulso en su carrera.

Tienes dos discos: “La reina peinándose” (2008) y “Simple” (2012), aparte de algunos Ep. ¿A partir de qué momento decides grabar tu propia producción?

Mi primer trabajo musical fue en el año 2000, el cual no fue grabado. Fue algo muy traumático porque gasté mucho dinero, no quedó bien, pero esa fue mi primera experiencia como productor. Luego invertí en equipos y me puse a estudiar la parte de producción. Me acuerdo que cantaba muy mal y desafinaba (risas); yo mismo me grababa. Yo decía que si todos cantaran como yo, cualquiera podía cantar. Pero, por otra parte, tampoco me gustaba cómo otros cantaban mis canciones, así que terminé cantándolas yo mismo. De ahí vino “La reina peinándose”, mi primer disco, y ahora “Simple”.

Tu primer disco es más latino, afrocaribeño; y el segundo, más pop, soul, folk ¿por qué no seguiste con el estilo del primero?

Mmmm son dos pasiones de igual querencia para mí. No veo la música por géneros. No soy defensor del género, para nada. Hay música buena y mala de cualquier tipo. Hay jazz bueno y otro que no soporto escuchar. Hay salsa buena, y salsa mala. Yo siento que las canciones que escribí para “La reina peinándose” eran perfectas para ese tipo de música. El discurso escrito abrazaba el lenguaje musical y decía que la canción tenía un efecto, lo que dije anteriormente. Ahora pasan cuatro años, uno tiene procesos e ideas distintos. Yo oía a Donny Hathaway, Stevie Wonder, Marvin Gaye, al lado de los discos de Héctor Lavoe, Willie Colón y Rubén Blades, y para mí no es extraño que haya pasado esto. Para quien no me conoce diría ¡guao!, pero que cambio tan radical; pero para mí no fue radical, fue un algo muy natural.

Después vino el disco “Simple” porque las canciones venían hacia ese lado. Esto me permite ser elástico como compositor. No necesito una orquestación tan grande, las canciones están más medidas por su valor de composición que por su orquestación. En “la Reina peinándose”, en cambio, necesito una banda de al menos diez músicos. Entonces es complejo cuando estás empezando en la música arrancar con ese tipo de logística. Ahora “Simple”, como lo dice el nombre, habla de simplificación de los elementos sin llegar al reduccionismo, sino de lo esencial para que la obra se sustente y se mantenga como tal. Que si toqué con un piano, una guitarra o una banda y sienta que allí está la canción. Y eso es lo que más me gusta de este disco, es un sitio por donde puedo seguir.

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Este segundo trabajo lo definen algunos medios como “latin pop”, ¿estás de acuerdo?

¡A ver! (pausa). En estos días estaba pensando en una palabra que es el mambo. En la música latina cuando llega el mambo es esa parte en que entra la sesión de los metales, y la orquesta levanta, siento que sube el espíritu de la gente cuando es un buen mambo.
En su etimología, tengo entendido que el mambo es cuento -o conversación con los dioses. La palabra también era utilizada habitualmente por los músicos como sinónimo de improvisación-. Yo quisiera llevar el mambo a la música pop, que suba y alimente el espíritu de la gente. Cuando yo escucho a Stevie Wonder, siento que es una especie de sonero que sube, que logra mambo dentro de su música. Entonces decir que me gusta más un disco que otro, sería injusto. Aún estoy enamorado de “Simple” y no voy a quitarle valor a “La reina peinándose”, que fue un disco que hice con las uñas. “Simple” es un disco que ahorita me engancha más.

En eso de latin pop entran muchos artistas y estilos, ¿qué diferencia a “Simple” de otras experiencias?

¡Bueno! Depende de qué quieran decir con latin pop, porque si es eso que llaman música urbana, hip hop o reggaetón, el disco no entra allí. Yo creo que es soul pop, ¿qué es latino?, sí, porque lo hace un latino. A mí no me gusta poner etiquetas, pero si tuviese que definirlo, es soul pop hecho por un latinoamericano.

Hay un trabajo del piano muy marcado en “Simple”, ¿esa sería otra diferencia con el disco anterior?

Yo no sé qué es lo que lo diferencia, pero sí sé qué lo define, las influencias del rhythm and beat -cadencia y ritmo- del soul y el pop. La rítmica del disco, si uno lo analiza, está en clave latina. Porque yo vengo de esa tradición de soneros que le gustan improvisar, entonces no canto las canciones igual, a veces las modifico, ese es el background del jazz, la posibilidad de fraseo, y el fraseo mío es muy latino.
En cuanto a la estructura musical, es un disco anglo totalmente. Si le quitas la voz, los grooves, el tumbao, es soul, pero el fraseo es latino. Sobre lo que me decías del trabajo del piano, sí, es el instrumento que toco y tiene mucho de mi personalidad. Hay de Ray Charles y de Donny Hathaway, por ejemplo.

“Trato de escribir soluciones”

alfred7-noesfm“La composición es un proceso interesante, nunca es igual, es una especie de exorcismo hacer una canción, algo que tienes adentro y necesitas sacar. En todas las canciones trabajo solo. Me encierro en mi cuarto con mi piano, guitarra y café, y empiezo a vaciar una cantidad de ideas y veo adónde me llevan. A veces pongo un acorde y trato de conseguir una palabra en el aire, y yo diga ésa es la correcta, sin mucha premeditación; que la palabra me guste y me enganche, y sienta que va con el acorde”, comenta Gómez Jr. pausadamente, como meditando su respuesta pero sin titubear, ante la pregunta de cómo es su proceso creativo.

“Me di cuenta que en “Simple” era más importante el estado de ánimo que yo tenía al momento de componer, que lo que iba a decir. Y el estado de ánimo transformaba la palabra y me daba la guía, por aquí es porque me producía buen estado de ánimo. No había un tema sino experiencias, cosas abstractas, pero que fueron agarrando forma. Fue un proceso muy orgánico. Trabajé con músicos maravillosos. Me gustan los músicos sensibles que saben cuándo tocar, que puedan ayudarte a que la idea se concrete y así es mi proceso. Compongo solo, arreglo con la banda y entro al estudio a grabar”.

Algo que destaca en tu música es el contenido de las canciones.

Esas letras las escribo básicamente para mí. En “Simple”, por ejemplo, son letras que cuando las escuchaba me ayudaban a pasar los días que estaba viviendo, que no eran buenos ni malos, eran las letras que necesitaba escuchar.
Ahora existe una conexión con la gente a través de las canciones. Trato de escribir soluciones, todo el mundo apunta a los problemas, la crónica social y eso está muy bien. Pero siento que poca gente aporta soluciones. Mis temas no hablan de lo que todo el mundo habla, sino de cómo salir. Es muy fácil la crítica, todos tenemos muchas opiniones sobre muchas cosas, somos expertos en todo, pero no conocemos nada. Así que me parece moralmente incorrecto seguirme quejando sin aportar. De ahí vienen las canciones, tratando de resolver nudos personales y eso es…en el mejor de los casos funciona (risas).

La pérdida del valor del disco

Después de probar suerte con los sellos disqueros para editar su primer álbum, Gómez Jr. se lanzó al mar de la independencia con su segundo trabajo. Realidad que es común a la nueva generación de músicos en el país y el mundo ante el declive de la industria del disco y el auge del campo digital.
“Ahorita las disqueras necesitan un artista que les llene shows, que venda unas 5.000 copias al año o más, y que hagan cosas antes de invertir. Ya ese proceso de formación artística y de invertir en dos o tres discos en un músico, ya no está ocurriendo; entonces le toca a uno mismo hacerlo. Lo bueno es que nadie me dice a mí qué tengo que hacer. Tengo libertad creativa, aunque no me niego a la posibilidad de trabajar con un sello, pero eso no ha ocurrido. Mientras, seguiré haciendo música”, dice el cantautor.

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¿Cómo ves el futuro del disco? ¿Te preocupa o no la posibilidad de su desaparición física?

Ese es un tema que me apasiona, el disco, esa cosita que tanto nos gusta, es como el libro, tener algo físico que podamos tocar y que representa tanto emocionalmente. Yo arrastro el disco de tonadas de Simón Díaz adonde me mude, y así muchos más. En Venezuela hay un fenómeno, que todos están regalando su disco, conóceme, conóceme a cualquier precio. Yo no estoy de acuerdo con eso. Pienso que la obra tiene un valor, si bien tú puedes ceder a algún sentido promocional para que la gente te escuche, okey, pero el mensaje que se da cuando todo se regala no es positivo. Estamos perdiendo el valor a las cosas.
Por otro lado, los oyentes no están escuchando el disco sino canciones, y saltan de una canción a otra. No sé si son esos procesos sociales de que todo es actualización, pero nada es contenido que nutre. Lo que sé es que se trata de una batalla dura que, debo reconocer, estamos perdiendo.

Creo que en el futuro van a ser las tiendas especializadas en música, los curadores de música y las referencias. Ahora sacar disco es nada, cualquiera con una laptop graba, aunque la calidad es inferior pero puedes grabar un disco desde tu casa. Sin embargo, de ese universo de 5.000 discos, que 10 o 20 logren el efecto, el mambo (risas) y la calidad, esos serían los discos que hay que aspirar. Como decía Borges, no se deben leer libros que no tengan más de 50 años, bueno, no se debe escuchar nada que no tenga esa fuerza, que transporte. Entonces, hay que hacer buena música, con buenos diseños, darle calidad a la gente, no pensar que uno conoce los gustos de las personas, no ser un gurú, dejar que la gente juzgue; que si es música para un público menor, bueno, hay que buscar nichos y ellos multiplicarán.

¿Próximos proyectos?

Estoy escribiendo y haciendo un par de discos. Uno para una muchacha de Puerto Ordaz, Adriana Bermúdez, y para artistas noveles que están produciendo su primera obra. Sigo escribiendo canciones para un futuro disco quizás, el goce están en hacerlas. También estaré cerrando la gira de conciertos del disco “Simple” este jueves 14 de Mayo en la sala del Centro Cultural BOD.

Una impresión:

“Nada es más anhelado en el arte que poder expresar de forma diáfana y concisa una idea. En ese sentido, ‘Simple’ es una obra de arte magistral, con un concepto claro que se pone de manifiesto en las letras, en los arreglos musicales, en el diseño y hasta en el título”. (Alvaro Paiva Bimbo, músico venezolano)

Mercedes Sanz

Author: Mercedes Sanz

Productora y periodista venezolana del área musical. Graduada en Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela. Locutora de radio.